
Sin H, thanks
es la coletilla que siempre acompaña a mi nombre: Judit, sin H al final. También es el sobrenombre que utilizo para mi faceta de artista. ¿Artista? Sí. Artista por la necesidad que tengo de expresarte lo que siento cuando las palabras me saben a poco. “Sin H, thanks” nace con la intención de romper estereotipos, de alejarse de lo socialmente preestablecido. Salirse de lo común no debería dar miedo.
M U J E R
Y sí, puede que estés pensando que soy una mujer libre, moderna e incluso rebelde. Pero te tengo que confesar que todo este párrafo inicial no surge por iluminada. La verdad es menos glamurosa y más terrenal: a los 21 años me diagnosticaron párkinson, —o mejor dicho, párkinson de inicio temprano, para que suene más serio, con nombre y apellidos—. Eso sí que fue rompedor.

El arte involuntario de mi cuerpo
Así que no, no elegí ser fuerte, valiente o inspiradora. Solo me tocó enfrentarme a algo que no esperaba. Mi sistema nervioso decidió hacer arte contemporáneo por su cuenta: caótico, intenso, incomprendido… y completamente autónomo. A mí me queda sostener la escena, mantener el equilibrio y, de alguna forma, transformarlo en expresión.
Mi Rincón
Vivo en un pisito alquilado con dos okupas: Mojito y Leo, mi gato y mi perro. Nací el 17 de agosto de 1991 en Barcelona y vengo de una familia con madre, padre y un hermano más joven que yo. Si algo quiero destacar de ellos, es la paciencia que han cultivado a lo largo de los años —y una gran parte ha sido invertida en mí. Me apasiona la música, hablar y reír —soy FAN de los chistes cortos.
PD: Cada vez que atravieso un cambio interno, lo reflejo en mi pelo: este 2024 he sido rubia, morena, con mechas, sin mechas, con flequillo, sin flequillo… en fin, muchos aprendizajes.

